El mundo celebra con China al concluir JJOO "realmente excepcionales"


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Las competencias terminan y la celebración comienza. Todas las medallas fueron entregadas, pero el recuerdo permanece. En una lujosa ceremonia de clausura iluminada por el despliegue de fuegos artificiales, los mejores atletas del mundo se unieron el domingo por la noche a sus anfitriones chinos para celebrar el éxito de los XXIX Juegos Olímpicos (JJOO).

Al extinguirse la llama olímpica a las 21:24 locales del domingo después de 16 días de arder en el Estado Nacional o Nido de Pájaro comenzó una fiesta de cantos y danzas en el estadio que convirtió la ceremonia en una gran fiesta.

Rodeados de miles de atletas olímpicos vestidos con ropa informal y con ánimo jubiloso, los cerca de 3.000 actores y voluntarios chinos iniciaron una espectacular danza en círculo alrededor de la "Torre del Recuerdo" de 20 metros de altura que recordaba la Torre de Babel que buscaba alcanzar el cielo.

"Estos fueron unos juegos realmente excepcionales", dijo el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, antes de declarar clausurados los juegos ante 91.000 espectadores, entre ellos el presidente chino Hu Jintao, quien inauguró los juegos el 8 de agosto, y decenas de líderes y dignatarios de todo el mundo.

"A través de estos juegos, el mundo conoció más sobre China y China conoció más sobre el mundo", dijo Rogge, quien en su discurso dio las gracias al pueblo chino, a los "maravillosos voluntarios" y a los organizadores de los juegos.

La ceremonia de clausura, de más de dos horas de duración, comenzó a las 20:00 horas locales con espléndidos fuegos artificiales que formaron alrededor del Nido de Pájaro un enorme círculo, símbolo de la perfección, la armonía y la milenaria cultura china.

El momento culminante llegó cuando la llama olímpica se extinguió lentamente. Tres atletas subieron una escalera para abordar aviones y se escuchó una voz que anunciaba la salida de un avión con rumbo a Londres. Los atletas miraron la llama sagrada en la parte superior del estadio y uno de ellos sacó y extendió un exquisito pergamino de pintura china, mientras en la pantalla circular del Nido de Pájaro, de 500 metros de longitud y 14 metros de ancho, que se convirtió en una "pista roja", aparecieron escenas espectaculares y memorables de cada uno de los días de los Juegos.

La llama se extinguió con lentitud mientras el atleta enrollaba de nuevo el pergamino. Pero una nueva llama se encendió en el estadio con 396 actores en la "Torre del Recuerdo" que con su cuerpo imitaban el fuego y con todo el público que encendió sus linternas.

"El fuego de la pasión del pueblo chino por abrazar al mundo arderá por siempre", dijo durante la ceremonia Liu Qi, presidente del Comité Organizaddor de los XXIX Juegos Olímpicos (JJOO).
Tras describir los juegos como "dieciséis gloriosos días que recordaremos por siempre", el presidente del COI dijo que el mundo "recordará durante mucho tiempo" los logros en Beijing de las "nuevas estrellas" y "las estrellas de juegos pasados".

Como los juegos más vistos de la historia, con cerca de 4.500 millones de espectadores en televisión e internet, estos JJOO de Beijing seguramente serán recordados pues se hizo historia, se derrumbaron récords, se cumplieron sueños y se derramaron lágrimcas de gozo y de tristeza.
Estos juegos tuvieron el mayor número de participantes, 204 países y regiones, y registraron el menor número de escándalos por dopaje. Sólo seis atletas, ninguno de los cuales fue medallista de oro, reprobaron los 4.500 exámenes aleatorios realizados hasta ahora después de las competencias.

Los juegos constituyeron el surgimiento de Asia y China, con la ventaja del país anfitrión, encabezó el medallero con un total récord de 51 medallas de oro, 15 más que el segundo sitio ocupado por Estados Unidos. Por otra parte, Mongolia y Bahrein celebraron con éxtasis su primera medalla de oro olímpica.

Afganistán y Sudán, países devastados por la guerra, también probaron por primera ocasión la gloria olímpica en Beijing con una histórica medalla de bronce en taekwondo y una medalla de plata en atletismo, respectivamente.

Los récords olímpicos cayeron como fichas de dominó durante los juegos. El relámpago jamaiquino Bolt registró la mayor velocidad jamás cronometrada para un hombre en los 100 y los 200 metros en la pista del Nido del Pájaro y sólo en el Centro Nacional Acuático, o Cubo de Agua, cayeron 19 récords mundiales y 14 récords olímpicos.

Michael Phelps, el "pez volador estadounidense", como lo llaman muchos admiradores chinos, sonrió después de cumplir su largamente acariciado sueño de obtener ocho medallas de oro y siete nuevos récords olímpicos para convertirse en el mayor ganador olímpico con 14 medallas de oro obtenidas en dos JJOO consecutivos.

Cientos de miles de chinos lanzaron una exclamación al ver al participante en la carrera con vallas, Liu Xiang, cojear y salirse de la pista durante la eliminatoria de la primera ronda por causa de una vieja lesión de tendón en el pie derecho, con lo que los sueños de oro del país en atletismo se desvanecieron.

Con o sin medallas, los atletas son siempre los héroes de los juegos. Sin distinción de nacionalidad entraron en masa al Estadio Nacional el domingo por la noche en medio de un estruendo de aplausos del público y al ritmo de los tambores y de los numerosos cascabeles de plata de los trajes de 1.148 jóvenes bailarinas.

"Para los atletas esta noche: Fueron verdaderos modelos de conducta", dijo el jefe del COI, quien entregó personalmente la medalla de oro del maratón. "Nos han mostrado el poder unificador del deporte".

Y los atletas también tienen a sus héroes a quien elogiar y agradecer.
En un gesto de gratitud sin precedentes, tres miembros recién elegidos de la Comisión de los Atletas del COI obsequiaron ramos de flores a 12 voluntarios chinos y extranjeros que prestaron servicio durante los Juegos de Beijing, quienes representaron no sólo a los 70.000 voluntarios que trabajaron en las instalaciones de los Juegos, sino a 1,4 millones más que ayudaron a los organizadores de los Juegos en servicios de seguridad, transporte, informática y alojamiento.

Poco antes de que se extinguiera la llama olímpica en el Nido de Pájaro, se sostuvo una breve ceremonia para conmemorar la entrega de la estafeta de ciudad sede de Beijing a Londres.

A través del presidente del COI, el alcalde de Beijing Guo Jinlong entregó la bandera olímpica a su homólogo de Londres, Boris Johnson, quien ondeó la bandera en señal del comienzo de un espectáculo de entrega, que duró ocho minutos, organizado por la próxima sede de los Juegos.

El espectáculo de dos millones de libras (3,74 millones de dólares), diseñado para mostrar a Londres como una ciudad "joven y vibrante", causó furor entre la multitud, especialmente cuando el superastro del fútbol David Beckham pateó un "balón de bienvenida" desde lo alto de un autobús rojo de doble piso, el ícono de la ciudad.

La capital británica, que ganó su postulación para los Juegos Olímpicos 2012 en julio de 2005 sobre Moscú, Nueva York, Madrid y París, se convertirá en la primera ciudad en organizar oficialmente tres veces los Juegos Olímpicos modernos, ya que lo hizo también en 1908 y en 1948.

Aunque hubo preocupaciones sobre la calidad del aire en Beijing, incluso días antes de la inauguración de los Juegos, la ciudad sede respondió esas preocupaciones con días consecutivos de cielos despejados y azules en las más de dos semanas pasadas. Esto "hizo recordar a muchos visitantes europeos las condiciones del Mediterráneo", dijeron algunos medios de comunicación internacionales, y volvió completamente inútil la medida de unos cuantos atletas que viajaron a Beijing con tapabocas.

Detrás de este logro estuvieron los siete años de esfuerzos de la ciudad sede para minimizar la contaminación, entre los que destacaron la reubicación completa de una gigantesca compañía de acero y una prohibición a la circulación de los autos antes de los Juegos. La medida hizo que dejaran de circular dos terceras partes de los tres millones de vehículos de la ciudad y la mayoría de los beijineses la acató con buena disposición y recurriendo a los autobuses públicos para transportarse.

Los beijineses y la gente de las seis ciudades que también fueron sede se quejaron poco de los grandes inconvenientes causados por las estrictas medidas de seguridad, impuestas por las autoridades ante las crecientes amenazas de ataques terroristas y de crímenes violentos.
Y con la exitosa conclusión de los Juegos Olímpicos esta noche, han valido la pena todos los esfuerzos, sacrificios y resistencia de los chinos.

"Los Juegos Olímpicos de Beijing son un testimonio del hecho de que el mundo ha puesto su confianza en China", dijo el organizador en jefe Liu Qi, con orgullo. "Los chinos, llenos de entusiasmo, han cumplido los compromisos que asumieron solemnemente".

"Estos Juegos van a ser espectaculares y digo esto con un ligero temblor porque van a establecer altos estándares para el futuro", comentó el jefe ejecutivo de Londres 2012, Paul Deighton, antes de los Juegos Olímpicos de Beijing, y expresó su convicción de que "los Juegos de Beijing podrían terminar siendo únicos".

"¡Den a Beijing una oportunidad y cosechen una agradable sorpresa!". Esto fue lo que dijo Beijing al mundo cuando presentó por primera vez su postulación para los Juegos Olímpicos hace 15 años. Aunque el mundo pudo haber olvidado este lema de postulación después de la derrota que sufrió Beijing ante Sydney por un margen muy estrecho de dos votos en Monte Carlo en 1993, los chinos no lo han olvidado y han cumplido su palabra.


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